Perhentian - Kappas Island

Con muumuuucho dolor de corazón hemos cogido un barco a las 8 am que nos ha alejado de las Perhentian y nos ha soltado en tierra firme. Ahora esperamos un bus en un cruce absurdo para que nos lleve a Kuala Terengganu y de allí coger otro bus a Marang, desde donde esperamos encontrar un barco a las islas Kappas. Pero eso quizá mañana ya que después de 3 noches en la choza sin baño, enchufes... Necesitamos una noche en un hotel decente para ocultar un poco la pinta de monos que nos ha quedado.
Creo que Perhentian Kecil es uno de los sitios más bonitos y completos en los que he estado. Ayer buceamos en otra playa desierta a 15 minutos por la jungla. Rayas, tiburones pequeños, peces payasos, mil tipos diferentes de peces... Es increíble que queden sitios todavía así en un país tan civilizado como este. No hay ni un solo edificio en la isla. Son todo cabañitas de más o menos lujo, pero cabañitas.
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Han venido dos alemanes al cruce absurdo para coger el mismo bus. Al cabo de un rato un señor con su coche nos ha dicho que nos lleva por casi el mismo dinero que vale el bus, así que nos hemos subido con él los 4.
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Cambio de planes. Nos vamos a la isla sin noche en hotel decente. Seguimos con la estética primate, pero en la isla queda mejor ;)
Llegamos a Kapas Island después de que el señor del coche nos taladrara con sus planes de negocio absurdos. Llegamos al puerto los dos solos ya que los alemanes se quedan en la ciudad para coger otro bus. Decidimos que casi mejor vamos a la isla en vez de quedarnos en tierra firme, el pueblo no es nada atractivo. Nos avisan en el puerto que los hoteles esta llenos pero que vayamos a probar. Calor infernal caminando por la playa cargados con los bártulos. En todos los hoteles hay habitación pero muy cara. Resulta que mire usted por donde, en esta isla, también es temporada alta. Ahora a los factores de monzón, invierno, luna, mareas, madre del topo en almíbar se une un tropogesimo factor el Ramadán, que empieza en dos días y es motivo por el cual se cierran muchos hoteles.
Finalmente nos sonríe la suerte y en el tercer hotel que preguntamos nos dicen que sí que tendrán una habitación a lo largo del día, y encima era en el hotel donde queríamos quedarnos. El hotel lo lleva un alemán trasnochado muy activo. Muy buen rollo, cabañas decentes en la arena, buena música todo el día, jungla a la espalda y corales en playa paradisiaca enfrente. El ambiente es mucho más relajado que en el hotel donde habíamos estado en las Perhentian. Buceamos un poco, cenamos, unas birras y a la cama; mañana iremos en barquita a un par de sitios a bucear.
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Día de buceo, otras 8 horas en el agua. Los dos llevamos camiseta cual guiri en Benidorm para no socarrarnos (todavía más). Un fondo marino muy parecido al de las otras islas, aunque esta vez no hemos visto tortugas :(
Comiendo se nos ha acercado un hombre que resulta que era español. Nos ha contado que era piloto y que ahora trabaja llevando a musulmanes a la Meca. Una vida de lo más interesante. Hemos estado conversando un rato pero en seguida se ha tenido que marchar porque tenía un vuelo. Al irse nos ha regalado una botella de vino de una fiesta de cumpleaños que celebraron ayer. Menudo regalazo!!! Eso aquí es como si te tocara la lotería ;) la abrimos para tomar un vaso con él y el dueño del garito viene raudo para pedirnos que metamos la botella debajo de la mesa. Se nos había olvidado que esto no es el paraíso, aunque lo parezca. No entendemos el rollo con el alcohol, es legal y la botella tiene el sello de impuestos de Malasia, pero hasta el alemán vende las cervezas por debajo de la mesa.

Este sitio nos gusta pero mañana partimos más hacia el sur a un pueblecito y luego a otras islas; además aquí ya no tienen sitio y aunque lo tuvieran ya no nos queda dinero malayo.

Besos