Singapur

Para el que no conozca Singapur, debo decir que es una ciudad que vale la pena visitar. Aunque a la entrada del país ya te atemorizan con las prohibiciones, no se puede escupir en la calle, ni tirar chicle, ni llevar una determinada fruta en el metro... en los papeles que rellenas para entrar al país la primera frase, en rojo, es "pena de muerte para los traficantes de drogas". Pero que no os engañen las primeras impresiones, la ciudad es una ciudad avanzada en el tiempo. Es algo así como Nueva York pero con buen tiempo, limpio y con edificios nuevos y sin Harlem. Nos han sorprendido los barrios antiguos como Chinatown o Little India, que tras haberse vuelto focos de atracción turística no han caído bajo a "parquetematizacion" tan de moda. Hay arquitectura tradicional.
Los rascacielos son imponentes y la zona de la marina, donde hay varios locales de comida y copas, merecen una visita.
Como ya habíamos comentado hay cientos, si no miles, de centros comerciales; unos de electrónica, otros de ropa de lujo, otro de menos lujo, otro más chino o más hindú,...
La comida es otro factor a tener en cuenta porque es muy buena y barata. Hemos comido y cenado en el mismo sitio pero en diferentes puestos, explico esto. En la ciudad hay varios centros de comida; es algo así como una plaza cubierta llena de mesas y alrededor varios puestos de comida, así sin tener que moverte mucho puedes probar diferentes tipos de comida.

Hoy hemos tenido la suerte de coincidir en Singapur con unos familiares de Tania con raíces singapureñas-burgalesas, Mari Paz, Jerry y Adrian.

Besos

Precios: Hostal: 25$/p; comidas: 3$/p; metro: 1$/viaje-persona